El gobernador radical, aliado de Cambiemos, votó en las elecciones de Mendoza y criticó los aviones privados de los gobernadores, los bolsos de López y la corrupción K.
Alfredo Cornejo vota en Godoy Cruz. (Marcelo Carroll)
Arrancó la elección provincial en Mendoza. El gobernador Alfredo Cornejo llegó a votar con su hijo Lautaro, en una escuela de Godoy Cruz. “Si bajan un poco, así me ven. Soy petiso. Esta vez, trajimos el documento para votar”, bromeó en medio del asedio de micrófonos y cámaras, en una elección que genera expectativas. Cambiemos y el Frente de Todos esperan con ansiedad el resultado en Mendoza porque son las primeras elecciones importantes después de las Paso nacionales.
Lo primero que hizo el gobernador mendocino en la mañana soleada y con pronóstico de viento Zonda (que provoca aire caliente y polvo en suspensión) fue reunirse a desayunar con su candidato a la Gobernación, el actual intendente de la capital mendocina Rodolfo Suárez. Luego caminó unas cuadras hasta la escuela Lemos en el centro del municipio de Godoy Cruz, comuna de la que fue intendente. Cornejo mantiene el mismo domicilio en el que vivía antes de ser gobernador.
Cornejo, presidente de la UCR y miembro de Cambiemos, dijo que en las últimas horas no habló con el presidente Mauricio Macri. ¿Quiere que venga (el presidente)?, le preguntó un movilero. El radical respondió con una muletilla para salir del paso: “Es una elección provincial”.
Sin embargo, reconoció la situación de crisis económica: “Sabemos las dificultades que existen, pero hemos recuperado el Estado. Hay que tener memoria de cómo estaba Mendoza cuatro años atrás. Tenemos chances de ser optimistas si nos organizamos bien, como ciudadanos que quieren progresar”.
Alfredo Cornejo vota en Godoy Cruz. (Marcelo Carroll)
No quiso adelantar un resultado electoral: “No tengo conjeturas. Esperemos las cifras oficiales. No tengo información de nadie que esté haciendo boca de urna”, dijo.
Y cerró con un deseo: “Espero que la gente me recuerde como un buen gobernador”.