Indignación es poco para calificar la sensación que generó lo que ocurrió en ese departamento. Un jardincito maternal fue blanco de delincuentes, que se llevaron desde electrodomésticos y elementos de cocina hasta el material didáctico de los chicos. Gracias al trabajo de un perro adiestrado dieron con la guarida de los malvivientes, que se encontraba justamente en la vereda de enfrente.