Se trata de una haitiana que se encuentra en situación de calle y quería llevarse a su pequeño hijo, que estaba en tratamiento. La profesional recibió asistencia inmediata y el OAL se hizo cargo del pequeño. Como se advirtió que era portadora del virus del VIH se decidió mantener a ella y su pequeño en observación, internados y sometidos a un tratamiento especial para intentar contrarrestar los efectos de esta enfermedad. El episodio ocurrió puertas adentro cuando la mujer de Haití advirtió que su pequeño podía llegar a quedar en manos del OAL para que sus derechos no fueran vulnerados. No comprendió esta decisión que estaban a punto de tomar las autoridades y por eso agredió a una doctora, la mordió. Se refirieron al caso Elizabeth Crescitelli, ministra de Salud; Oscar Sagás, subsecretario de Salud y Mario Bustos Guillén, director del Lagomaggiore.