Portezuelo: Mendoza ya no habla de “caudal ecológico”.

La Arena La Pampa
Domingo 26 de Febrero del 2017 a las 00:44 hrs

En 2012, la Universidad de Cuyo hizo un estudio de impacto ambiental circunscripto a Mendoza, pero que ya hablaba de un “impacto negativo” para el resto de la cuenca, tanto en cantidad como calidad del agua.


En el año 2012, la Universidad Nacional de Cuyo elaboró un Estudio de Impacto Ambiental de la represa Portezuelo del Viento que determinaba cómo calcular el “caudal ecológico” que deberá erogar el dique cuando esté en marcha. El año pasado, cuando presentó las normas de manejo y llenado de la presa, ya no habló de “caudal ecológico” sino sólo de “caudal mínimo”. Lo mismo ocurrió con las atribuciones del Coirco: En 2012 tenía un rol preponderante; en 2016, en cambio, más distante. Este estudio es el que determinó que Portezuelo tendrá un “impacto negativo” sobre el río Colorado y que las provincias deberán “acostumbrarse” a las nuevas condiciones ambientales. 
En la reunión del 16 de febrero del comité técnico del Coirco, La Pampa reveló la existencia de un estudio de impacto ambiental ordenado por el Gobierno de Mendoza sobre Portezuelo del Viento de cuya existencia nadie sabía pese a que estaba en poder de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación desde hace varios años. La revelación frenó las pretensiones de Mendoza de lograr allí mismo los acuerdos que pretendía ya que las otras provincias pidieron tiempo para analizar el documento. 
El estudio fue elaborado por técnicos y profesionales de la Universidad Nacional de Cuyo y terminado en 2012. Fue ordenado por el Gobierno de Mendoza para la misma época en que hizo una convocatoria internacional de empresas interesadas en la construcción de la represa. 
El trabajo se extiende a lo largo de más de 600 páginas e incluye todos los rubros que contemplan los estudios de esta índole pero circunscriptos al territorio de Mendoza. Aún así, varios párrafos y algunas consideraciones incluyen conceptos válidos para la discusión en torno a los efectos que Portezuelo tendrá en el resto de la cuenca. El párrafo que dice que las provincias deberán “acostumbrarse” a las nuevas condiciones de calidad y cantidad de agua en el río, es revelador.
El 16 de febrero, cuando La Pampa apuró a la Subsecretaría para mostrar el documento, Mendoza argumentó que era sólo preliminar y que había sido elevado a esa oficina a fin de dar inicio a un estudio más de fondo. La presunción de los funcionarios pampeanos es que después del antecedente suscitado hace unos meses, cuando la Corte Suprema de Justicia paró las obras en las represas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner por falta de un estudio en todo el cauce del río y de audiencias públicas, los representantes mendocinos cayeron en la cuenta de que el trabajo adolecía de un vicio de origen y no podían defenderlo. 
Pese a ello, las otras provincias exigieron verlo y tomar conocimiento de sus conclusiones.

Coirco.
Uno de los párrafos de interés para la postura pampeana se lee en la página 29: “En caso de ríos interprovinciales o interjurisdiccionales, las provincias deben acordar su aprovechamiento a partir de tratados interprovinciales”, pero si no los hubiera “resultan de aplicación los principios del derecho internacional relativos al uso equitativo y razonable, (…) que resultan de inexorable aplicación a todos los casos de aguas interprovinciales, exista o no una autoridad de cuenca formalmente constituida”.
En la página 41, el EIA dice que “La principal atribución de Coirco es la de controlar que el proyecto, construcción y los planes de operación y mantenimiento de las obras de regulación y derivación ejecutadas o a ejecutar sobre la cuenda del río Colorado, así como el caudal y salinidad de los retornos de las obras de regadío, se adecúen a lo previsto en el Programa Unico Acordado, a cuyo efecto las partes deben poner previamente a disposición del Coirco”. 
Pese a reconocer ese rol preponderante del Coirco, el EIA dice que “En lo vinculado a la temática ambiental, el rol preponderante le cabrá al derecho mendocino interno, esto es a la ley N° 5961 y complementarias”. 
Llama la atención la afirmación de que esa provincia “se ha sometido voluntariamente a la relación instaurada” con el Coirco pero reconoce que, habiendo adherido a él, “no puede invocar normas de derecho interno para incumplir el tratado suscripto”.
En la página 86 puede leerse: “El Coirco será autoridad de aplicación de los caudales a erogar aguas abajo del embalse Portezuelo del Viento. Estos caudales deberán ser iguales o mayores a los caudales ecológicos establecidos para cada mes. El Coirco comunicará al operador del central su plan anual de erogaciones desde la Presa”. El año pasado, Mendoza asignó un rol más lejano al Coirco, lo que generó un duro rechazo de las otras cuatro provincias y la obligó a modificar su estrategia.

Caudal ecológico.
Otro dato de interés es la existencia de una definición de caudal ecológico y un procedimiento para calcularlo. Sorprende porque en los debates e incluso demandas de La Pampa contra Mendoza por el río Atuel, esta provincia se ha negado a reconocer esa figura o a admitir que, más allá de sus usos consuntivos, debe garantizar a La Pampa como mínimo un caudal ecológico.
“Se entiende que el caudal ecológico es el mínimo necesario para mantener los valores ecológicos del río, asegurando la permanencia de un volumen de agua dentro del cauce” dice en estudio en la página 619. “Conociendo que los regímenes de los ríos presentan una variabilidad natural a lo largo del año, se utilizan métodos de determinación del caudal ecológico que respeten estas condiciones naturales, desechándose la consideración de un valor único y constante para cualquier época del año”.
La base en que se sustentan los métodos de cálculo “es la historia hidrológica de los cauces, ya que resulta lógico pensar que el ecosistema se comporta de acuerda a la misma, es decir que los organismos que lo integran se encuentran adaptados a las variaciones estacionales del régimen hidráulico establecido”.
“Por lo tanto, se asume que, disponiéndose de datos suficientes, el mínimo caudal que puede circular por el cauce debe tener cierta similitud con las condiciones más severas que se hayan presentado de manera natural”.
En la documentación que Mendoza presentó a fines de 2016 respecto a normas de llenado y manejo de la represa, ya no habló de “caudal ecológico” sino solo de “caudal mínimo”, un cambio que aunque aparenta menor, tiene implicaciones que pueden ser de graves efectos.

“Se ha evaluado como negativo”.
Tal como adelantó LA ARENA en su edición del 17 de febrero, ya en 2012 Mendoza reconocía que el llenado primero, y funcionamiento después, de Portezuelo del Viento generaría un “alto impacto” en la cuenca del río Colorado, al punto que las provincias de aguas abajo, Neuquén, La Pampa, Buenos Aires y Río Negro, “deberán acostumbrarse” a las nuevas condiciones. 
Uno de los párrafos dice: “El almacenamiento del agua en el Embalse de Portezuelo del Viento implicará la variación de la calidad del agua en cuanto a todas sus variables, estableciéndose valores medios cercanos a la media que ofrecen los cálculos luego de un ciclo hidrológico”.
“Dicha variación -acota- podrá implicar algún inconveniente inicial para los aprovechamientos del agua en el Río Colorado, los cuales deberán acostumbrarse a la regularidad en la calidad del agua que implicará el almacenamiento de 1940 hm3 en Portezuelo del Viento”. 
El párrafo medular reza: “Los aprovechamientos económicos, productivos y de agua potable aguas abajo, en las otras provincias en el río Colorado, deberán ajustar sus parámetros de utilización y procesamiento a los valores medios que impondrá la regulación del río Grande. Es por ello que el impacto se ha evaluado como negativo, pero que después irá desapareciendo como tal, a medida que los usuarios aguas abajo se acostumbren a la regulación de los caudales y la calidad de las aguas”. 
Más adelante, reitera el concepto: “Los establecimientos y habitantes aguas abajo que integran el sistema productivo deberán adaptarse a las nuevas condiciones de operación y uso de las aguas. Es por estas razones que el impacto puede resultar negativo al principio, pero luego el sistema se adaptará a las nuevas condiciones”.

Calidad del agua.
La calidad del agua del río Colorado repercute con fuerza no solo en La Pampa sino también en Río Negro y Buenos Aires, dos provincias que tienen importantes áreas bajo riego en la costa del río, principalmente esta última.
Durante 2016 esas dos provincias se pusieron en alerta cuando la crecida de los ríos Atuel y Salado Chadileuvú pareció llegar hasta el Tapón de Alonso y reactivar el reseco cauce del río Curacó, un río que cuando desemboca en el Colorado torna inutilizables sus aguas debido a su enorme carga de sales. 
Río Negro y Buenos Aires presentaron amparos para obligar a La Pampa a cerrar ese “tapón”, algo que aún no ocurrió y que por ahora no se concretará ya que la crecida se frenó sin que el agua llegara hasta allí.
Es de suponer que esa preocupación por el impacto que tiene el Curacó en el Colorado también se traslade al que tendrá Portezuelo del Viento, en este caso de más largo alcance que los efectos del pequeño río pampeano.