Sin orden en Mendoza, Suarez busca al interlocutor del PJ en la Rosada.

El Sol On Line Mendoza
Maxi Quinteros
Lunes 20 de Enero del 2020 a las 07:08 hrs

La discusión por el presupuesto 2020 está empantanada en parte por la tensión en el peronismo post reforma minera y por la disputa de cargos en organismos nacionales. En este marco, el mandatario trata de que en la Nación ordenen la discusión hacia Mendoza.

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El gobernador Rodolfo Suarez viajó este jueves a Buenos Aires donde fue recibido por el jefe de gabinete Santiago Cafiero. En la Casa Rosada, el mandatario mendocino busca encontrar al interlocutor que permita ordenar la casa local del peronismo para destrabar las negociaciones por el endeudamiento por 300 millones de dólares que requiere para el primer año de gestión.

En Mendoza, Suarez tiene una traba política que es la ausencia de una voz líder en el peronismo para negociar. "El problema es la falta de conducción del PJ, sobran interlocutores", remarcaron en la Legislatura. 

En el mapa, el PJ está dividido en al menos tres grupos: el cristinismo, encabezado por Anabel Fernández Sagasti; un sector de los intendentes, entre ellos los dos azules sobrevivientes, Martín Aveiro y Roberto Righi; y los hermanos Félix, que buscan mantener su coto de poder en el Sur. Hay uno que juega desmarcado, el maipucino Matías Stevanato.

Hasta el momento, Suarez no ha podido avanzar en la negociación con el PJ para destrabar el nudo más complicado del Presupuesto 2020, cuyo tratamiento se vio postergado hasta febrero por esta ausencia de un interlocutor único.

A eso, se suman dos cuestiones más que complican la relación y obedece a la lógica interna del peronismo.

Por un lado, se encuentran negociando los espacios de poder en la conducción de los organismos nacionales en Mendoza, que hizo demorar el nombramiento de Martín Hinojosa al frente del IPV, entre otros cargos en disputa.

Por el otro, el costo político que dejó la frustrada reforma minera de la ley 7.722. En ese punto, desde la Casa de Gobierno también apuntan que si bien hizo mella en varios referentes, quienes más tocados quedaron fueron los dos principales referentes del kirchnerismo, Sagasti y Lucas Ilardo, de acuerdo con las encuestas post-reforma. 

Tampoco las reuniones que ha mantenido el ministro de Infraestructura, Mario Isgró, con los intendentes han tenido resultado, que solamente han resultado ser informativas. A esa misma reunión, apenas tres intendentes opositores han asistido: Aveiro, la santarrosina Flor Destéfanis y el paceño Fernando Ubieta.

En esa mesa quedó claro el mensaje del Gobierno: que sin crédito externo, sólo se puede terminar lo que está en marcha. Por ejemplo, el PIM -que financia obras pequeñas pero de impacto significativo en los municipios- sólo será para las obras que ya están en ejecución. Por esto, los intendentes oficialistas reclamaron por el endeudamiento. 

En tanto, en la semana Righi, Stevanato y Aveiro también tuvieron su cita en la Nación, en este caso, con Mario Meoni, el ministro de Transporte, en una forma de llegar por un camino alternativo sin pasar por Sagasti. 

En este esquema, Suarez busca que la Rosada se convierta en el interlocutor que le hace falta al principal partido opositor y que pueda ordenar hacia abajo. Hay un antecedente importante: la manera en que Alberto Fernández pidió que los legisladores justicialistas dieran su aval a la ley 9.209. La reunión con Cafiero fue expeditiva: le abrió las puertas a una entrevista con Eduardo Hecker, presidente del Banco Nación, ante la necesidad de la provincia de readecuar los vencimientos y las amortizaciones que tiene la Provincia para con la entidad financiera.