Era la última instancia de su viaje a Europa, pero el resultado no fue el previsto. Es que el colectivo de sobrevivientes del Próvolo y representantes de XUMEK fueron hasta El Vaticano para reunirse con quienes investigan los abusos eclesiásticos, pero el encuentro pautado no se concretó. El objetivo de los abogados querellantes era contar con un encuentro interpersonal y presentar la documentación que ya habían expuesto ante Naciones Unidas. Lucas Lecour aseguró que el levantamiento del secreto pontificio no ha redundado en beneficio de las víctimas de abusos sexuales.